Enredada en las sábanas de tu piel siento la calidez que irradias a mí alrededor.
Tus manos son como sedas que recorren mi templo, abro los ojos y veo nuevamente la inocencia de las estrellas reflejada en tus ojos y tu piel huele a deseo, me enredo en ti y siento tu respiración tan cerca que puedo descifrarla.
Te hundes en mí, me hundo en ti e inundo de ti y como si fuera un estallido magnético mi piel se acelera esperando tus besos, esos que penetran cada célula y me hacen viajar por lo más puro, me hundo en ti y siento el calor de tu alma abrigando mis miedos para ser disipados.
Un instante eterno en lo invisible, sólo un instante en esta irrealidad, te hundes en mí…. y ahí termina el comienzo...
05-10-2014
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