“Crisis en griego es cambio y el cambio es acción”
Cada cambio nos genera un estado de desorganización, que se
caracteriza principalmente por la incapacidad inicial del individuo para
abordar estas nuevas situaciones utilizando los métodos que hasta ahora
empleaba. Buscamos encontrar las mismas soluciones ante una situación, interna
o externa, distinta. Ya lo dijo en su día Albert Einstein: “Si buscas
resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.”
La manera cómo percibes y vives este cambio, por ejemplo:
como una amenaza o como un reto… hará que reacciones de forma distinta,
bloqueándote por un lado, o bien,
permitiéndote generar recursos para afrontarlo y, en consecuencia,
definiéndolo así como una CRISIS o como una OPORTUNIDAD.
Debemos ser conscientes de que un hecho, un acto, una
modificación, una palabra, una mirada, una omisión, una buena o mala decisión
etc. siempre producirán efectos importantes para el futuro, aunque no seamos
capaces de observarlos al corto plazo. Un pequeño cambio puede generar grandes
resultados.
Las crisis pueden derivar de eventos que no están bajo
nuestro control; un accidente, un desastre natural, la pérdida de un ser
querido por muerte o por ruptura de una relación, la pérdida de la salud;
nuestra o de un ser amado, del empleo. Son eventos que transforman por completo
la vida como la conocíamos.
También las crisis pueden ser producto de nuestras
decisiones. Elecciones que nos han llevado a circunstancias no esperadas o que
no deseamos actualmente, por ejemplo, un empleo o una relación que no nos
satisface. Pueden deberse a las acciones postergadas o áreas en las que hemos
actuado con negligencia, como el cuidado de nuestra salud, de nuestras
relaciones significativas o de las actividades que nos dan placer y sentido.
Esas decisiones del pasado nos conducen hoy a un momento de malestar o dolor,
en el cual es necesario emprender acciones y cambios.
Por ende no debemos olvidar una principal ley, y es a la que le debemos prestar más atención, y la
que mejor debemos asimilar, ya que es de ella de donde van a desprenderse las
demás leyes y casi toda nuestra vida. Esta ley nos dice “Toda Causa tiene su
efecto, todo efecto tiene su causa”, y también se conoce como Acción- Reacción,
o Boomerang.
Lo importante de este conocimiento es que cambiemos las
CAUSAS que están provocando las situaciones infelices que no queremos en
nuestra vida. Al cambiar las CAUSAS conseguiremos tener el EFECTO deseado que
es nuestra Felicidad, y las CAUSAS se cambian a través de los pensamientos, los
sentimientos, las acciones y la palabra positiva.
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